Dos besos fueron los que necesite repartir por tu
mejilla antes de decidir dar el salto a tus labios, por el miedo que tenía a
estropearlo todo, por las ganas que tenía de que ese momento fuera mágico para
ti, para mí, para nosotros…
Cero son los segundos que tardé en fijarme en lo
increíble de tu mirada, en la profundidad de tus ojos, en la sinceridad que
muestran a su través, son tu alma, tu vida, el color de la mía…
Una vida es la que necesito para darte lo mejor de
mí, para conseguir atrapar los sueños en el cielo, bajarlos a la tierra, pelear
por ellos y hacerlos realidad, juntos… sin límites, sin miedo.
Tres declaraciones de intenciones en tres números que
junto con este tres forman el año que acaba de comenzar. Proyectos e ilusión
van de una mano, sonrisas y ganas de las otras.
Vamos a buscar la luz aún cuando el resto solo encuentre oscuridad.
2013.
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