sábado, 6 de abril de 2013

Erase café para despertar.

Ando justo de tiempo, afirmándolo de esta manera parece que es una novedad en mi vida, pero los que me conocen un poco más afirman concienzudamente que casi nunca tengo un hueco para nada, y eso que casi siempre estoy sin hacer algo.

Es una de tantas metáforas que tiene la vida, de esas que se te plantan en medio del camino y si decides saltarlas te hacen la zancadilla... y si decides pasar a su lado te empujan y te mandan al fondo del precipicio. Lo único que esperan es que retrocedas, les des la espalda, que dejes de lado ese sueño que perseguías antes de que se interpusiera en tu camino.

La vida es sueño... o es o es lo que se nos ha marcado a fuego desde hace ya casi 400 años. ¿Por qué renunciamos a ellos cuando encontramos alguna dificultad? ¿No sería más productivo y nos haría más feliz buscar la manera de saltar ese obstáculo y conseguir aquello que queremos?

Tenemos miedo, nos rodea y nos impide saltar sin mirar primero que nos espera al otro lado, nos juega una mala pasada cada vez que queremos decir todo aquello que sentimos y no lo hacemos porque nos dedicamos primero a pensar en cómo se sentirán los demás sin importar si realmente tu eres el que se siente bien, nos agota, nos obnubila, nos impide ser la imperfecta perfección.

Hoy me has vuelto a sorprender, te conozco demasiado, me arriesgo y creo acertar si digo que mejor que nadie, y lo que más me gusta... que otras personas tengan la oportunidad de conocerte.

Una paciente que está inmersa en un proceso cancerígeno ha decidido que para superar con una normalidad aplastante su proceso iba a hacer un fotolibro, uno de esos que ahora están tan de moda cómo recuerdo de viajes a ninguna parte y de bodas, bautizos y comuniones.
Ella ha querido que tu salgas en ese libro, y para ello te ha pedido si querías hacerte una foto con ella. Queriendo o sin querer te has convertido en muy pocas horas en actriz principal de esta historia tan personal, tan de verdad, tan humana... 
Imagina lo importante que tienes que haber sido para ella... ¿Por qué? Simplemente porque has sido tú.


Dicen que una de las cosas más bonitas que te puede pasar en la vida es formar parte de los sueños de alguien... Gracias a ti, porque a tu manera, y permitiéndome formar parte de tus sueños haces que mi vida sea especial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario