Un café solo.

- ¿Cómo harías de tu vida una historia?

- Me has pillado un poco por sorpresa, la verdad... De todas formas, no puedo hacer una historia si no tiene final, si no encuentro el punto exacto donde el lector se quede con ganas de más, que le sepa a poco, que espere una segunda parte, y de la segunda parte una tercera...

- No pienses ahora un final... ¿Qué me dices de los años que has vivido? ¿De los recuerdos que todavía hoy aferras a tu mente?

- Más que una historia, aunque bien sabes que lo mio es escribir...dibujaría un cuadro.

- ¿Un cuadro? ¿Calificarías tu vida como un cuadro?

- Si me dejas explicarme, y que te invite a un café, te cuento el cómo y el por qué.

- Tu eres el maestro, solo estoy intentando aprender.

- Sería un cuadro, como bien te dicho antes, abstracto, sin lugar a dudas ni a discusiones ni reproches por tu parte, porque creo, que lo de darle forma, viene con los años, y yo, por suerte, por desgracia o por casualidades de un destino un tanto perro todavía soy joven.

- ¿Qué colores utilizarías entonces?

- Si me dejo llevar por los anuncios de esas compresas que parece que prometen volar y encima a un precio bastante más barato que las compañías de bajo coste, pintaría de rosa los momentos más bonitos de mi vida.

- Pero en la vida no son todo momentos bonitos...

- Y tampoco todo interrupciones.

- Creo que sería capaz de utilizar el verde para los momentos de grandes esperanzas, se hayan truncado o no después, por lo caprichoso de un destino, que créeme, solo tiene un lugar reservado para todos los que no lo merecen , y estas palabras se las dedicaría en negro a todos los aludidos.

- Antes de que me reproches nada, voy a seguir, que el café se enfría... El rojo, estará presente por todos esos momentos que se comparten con otros, o con uno mismo, y que la Santísima Trinidad tacharía de sucios e inadecuados en el pre-sueño, espero que sepas entenderme, como yo me entiendo a mí, ya sabes que la cama no solo se inventó para dormir.

- ¿Algún color más?

- No, un poco de corrector de este blanco que borra las palabras... y nada más.

- ¿Cambiarías momentos de tu vida?

- No todos somos perfectos, y aquellos que dicen que no te arrepientas de lo que haces, es porque de verdad, nunca han encontrado un motivo adecuado para arrepentirse por lo que han echo.

- Entiendo pues que tu si que lo has encontrado... Por cierto, ¿Y cuantas páginas te ocuparía?
- Solamente una...
-¿Solo una? Creo que no te entiendo muy bien...
- Que pena, se terminó el café, otro día te lo cuento... si quieres, claro.